La Catedral construida en el siglo XIII recoge, con una planta de cruz latina, diversos estilos arquitectónicos (románico, gótico y barroco) y cuenta con un claustro interior que da acceso al Pazo Episcopal. De esta construcción es preciso destacar el rosetón situado en la fachada principal y las pinturas murales de época medieval de la nave central.
La última gran reforma en la misma tiene lugar en la fachada en el siglo XVIII y consiste en la construcción de dos nuevas torres cuadradas en sustitución de las anteriores, redondas y más pequeñas. En el 1718 se inaugura la primera (la de la izquierda) y en el 1720 a segunda (de la derecha).
Merece también mención el Museo Catedralicio que se encuentra en el interior de la misma y que está considerado como uno de los mejores de España.
El Palacio Episcopal fue la residencia de los obispos mindonienses desde su constitución como sede de la Diócesis. El edificio, anexo a la Catedral, va creciendo en paralelo a esta. Las últimas grandes reformas se efectuaron en el siglo XVIII: en el año 1760 se rehace la parte del Palacio que da a la Plaza y, entre los años 1789 y 1790, se amplía la edificación con el pabellón que da a la actual Rúa da Fonte, frente a la Fonte Vella (Fuente Vieja).
A mediados del siglo XVI la fuente de la ciudad no era idónea para abastecer a la población adecuadamente. Se trataba de una fuente diseñada a modo de balsa.
La nueva construcción fue asumida por el obispo Diego de Soto y concluyó en 1548, tal como indica la inscripción fundacional. La nueva fuente se construyó en cantería más abajo que la anterior y, en su origen, contaba con cuatro caños.
En la parte más alta de la construcción, se encuentra el Escudo Imperial de Carlos I y, a ambos lados, en la parte baja, dos del obispo que ordenó las obras.
Tanto el Ayuntamiento como Cabildo y obispo acuerdan en 1565 la creación, siguiendo los dictados de Trento, del Real Seminario Conciliar de Santa Catalina. Así, en 1573 el Seminario se pone en marcha. Se ubicaba en los números 1 y 2 de la antigua Rúa do Colexio, hoy Rúa Afonso VII.
Este primer edificio pronto queda obsoleto con lo que se procede a su traslado. El obispo Francisco Losada y Quiroga será el artífice de la nueva edificación, afrontando su construcción en una huerta llamada de "O Torrillón" de propiedad episcopal.
La primera fase del actual edificio fue construida entre los años 1770 y 1775. Constaba de un único claustro con planta baja y primera planta.
Durante el siglo siguiente (XIX) y ya desde los comienzos, el lugar sufre múltiples avatares. Así en 1809 servirá de acuartelamiento para las tropas francesas en Mondoñedo y, en 1836, durante las Guerras Carlistas, también será reaprovechado para uso militar.
Posteriormente, entre 1888 y 1889, se procede a una ampliación del edificio y se construye una segunda planta.
Ya en el siglo XX, la construcción dobla su capacidad. En primer lugar, se construirá un nuevo pabellón para mayordomía, una cocina, una despensa y un refectorio. Más adelante, entre 1947 y 1953, se llevarán a cabo nuevas obras con el fin de duplicar la capacidad del Seminario. De este modo, se construye un nuevo claustro y una gran capilla.
Actualmente el edificio posee dos claustros y un pabellón con dos y tres plantas. En su interior alberga varias capillas y una biblioteca donde se guardan obras de gran interés, entre las que destaca algún incunable.
A partir del siglo XVI el poder laico se establece en dos casas reformadas para tal fin. Las obras de acondicionamiento concluirán en 1569. El Escudo Imperial que se conserva hoy en la fachada que da a la plaza data del año 1575. En 1582 se finaliza la edificación añadiendo cinco caños para evacuar agua del tejado.
La última reforma en la fachada tiene lugar en el siglo XVIII y consiste en la construcción del balcón de hierro forjado que da a la Praza da Catedral.
En su fachada oriental, se conserva una imagen de madera policromada del siglo XVIII que representa a San Roque.
Esta edificación es un antiguo Pazo del s. XVIII (1747), en la cual se localizaba la sede del Regimiento Provincial de Mondoñedo.
El edificio presenta una planta cuadrangular con tres fachadas de piedra de granito donde podemos encontrar dos escudos: un Escudo Real y el Escudo de la Ciudad.
Sobre la pared izquierda del edificio estuvo apoyada la muralla que rodeaba la ciudad y, en la zona lucida de blanco, se albergó la Capilla de las Angustias, que daba nombre al arco que se localizaba en dicho lugar.
Este edificio, que acoge las dependencias municipales desde el año 1932, sufrió su última reforma en la década de los 90 del siglo XX.
Originariamente, la parroquia de la ciudad estaba situada dentro de la catedral y, tras varios intentos de independizarla de la misma, pues se consideraba precisa esa retirada, se logra bajo la regencia del obispo Fernández de Castro.
Esta nueva iglesia parroquial de Santiago se comienza a construir en 1890 y es inaugurada en 1901. Pertenece al estilo Neogótico. El arquitecto encargado de construir la iglesia es Nemesio Cobrero.
Hoy se conserva tal y como fue construida. Fue la última gran construcción eclesiástica y, por ese hecho, se conoce en Mondoñedo como la Igrexa nova (Iglesia Nueva).
La ermita original de Nuestra Señora de los Remedios de la Pena de Outeiro data del siglo XVI, en el que constituía ya un centro importante de devoción mariana.
Después de un primer intento de reforma en el siglo XVII, se llevará a cabo una reconstrucción total en el XVIII.
El edificio actual, realizado por orden del obispo Sarmiento, se construye tras derribar el anterior, entre 1733 y 1738. Esta obra cuenta con la dirección del arquitecto Frei Lorenzo de Santa Teresa, maestro de obras del convento de San Pedro de Alcántara, aunque las líneas básicas fueron trazadas por el propio obispo.
La edificación resultante será una iglesia con planta de cruz latina y sacristía detrás del Altar Mayor. Asimismo, las naves, brazos del crucero y Capilla Mayor se cubrirán con bóvedas de cañón y la disposición del transepto tendrá forma ortogonal.
La fachada principal no se finalizará hasta el 1755, una vez ya fallecido el obispo.
De la construcción original se conserva un dintel sobre la puerta lateral de la fachada derecha, que muestra el escudo del obispo fundador de la misma: D. Francisco de Santa María Benavides (siglo XVI).
El Cementerio Municipal antiguo era donde se llevaban a cabo las inhumaciones de la ciudad. Este lugar, además de albergar las tumbas de las más ilustres figuras mindonienses, tiene la particularidad de contar con varios espacios diferenciados en los que se enterraba a las distintas clases sociales de la ciudad.
Así, en la parte más alta, están los grandes panteones donde se situaban las clases altas. En la parte central, están las clases medias y, en la baja, enterradas en el suelo, se encuentran las personas de procedencia más humilde. Además, en uno de los laterales, cuenta con un cementerio civil donde se enterraban todos aquellos que no habían sido bautizados o que se habían declarado ateos.
Entre las tumbas de las figuras que podemos encontrar allí destacan los escritores Álvaro Cunqueiro, autor de obras como Merlín y Familia, y Leiras Pulpeiro; así como los músicos Pascual Veiga, autor de la música del Himno Gallego, o José Pacheco, Maestro de Capilla de la Catedral Mindoniense.